Continúa el descenso en la venta de coches con motor diésel

Las cifras de los últimos años demuestran que las matriculaciones de coches gasolina han aumentado un 80% y, por el contrario, en los últimos 10 años, las matriculaciones de vehículos diésel han pasado del 70% a menos de un 60.

Entre los diversos factores que están produciendo este cambio en la elección de motorizaciones en España, el principal ha sido la crisis, dado que las subvenciones públicas para la compra de vehículos están sujetas a determinados niveles de emisiones de Co2, y a mayor precio del vehículo, como sucede con los coches diésel, la elección de los compradores se decanta por los coches con motor de gasolina.

El panorama de ventas de coches ha experimentado un crecimiento en la comercialización de coches pequeños, sobre todo los del segmento B, los utilitarios pequeños de menos de 4 metros. Estos coches llevan en su mayoría motores de pequeña cilindrada y son gasolina. Esta tendencia irá en ascenso durante los próximos años dado que las grandes ciudades europeas se hallan restringiendo o limitando (hasta prohibiendo) el acceso de coches con motores de gasóleo. Este tipo de restricciones están creando barreras y dudas a la hora de comprar coches de este tipo.

Un estudio realizado por la Asociación ANIACAM ha analizado que actualmente en el mercado español las motorizaciones de sus vehículos se encuentran divididas en un 42,9% de coches de gasolina, un 56,9% diésel y un 0,3% de eléctricos.

Aunque para muchos conductores, la brecha existente entre ambos combustibles puede que siga siendo amplia, en comparación con los datos de hace 10 años se puede comprobar cómo está cambiando la elección de los compradores. Si se analiza el panorama de hace una década, el pastel de las motorizaciones se repartía en un 31,8% para los vehículos alimentados por gasolina y en un 68,2% para los impulsados por gasóleo, sin entrar aún para los eléctricos, o en su defecto híbridos, que se contaban dentro de los de gasolina.