Se presenta en Ginebra el esperado McLaren 720S

No sabemos si te gustan los deportivos o prefieres coches más normales y civilizados, pero en caso de que tu caso sea el último, sentimos decirte que te vamos a enseñar otra máquinas más de esas para quemar gasolina a espuertas, capaz de velocidades que harían tirarse de los pelos a todos los dirigentes de la DGT. Tirarse de los pelos o frotarse de las manos, vete a saber, pero el McLaren 720S llega para dejar a todos con la boca abierta, a la DGT sin habla y a los aficionados con algo con lo que soñar todas las noches.

En el Salón de Ginebra hemos podido conocer por fin al sustituto del 650S, un coche que ha dado bastantes alegrías a la marca pero que como ocurre con todo, ya necesitaba un cambio. ¡Y vaya cambio! Ya no sólo por su imagen, completamente nueva, sino por cosas como su motor, un nuevo V8 4.0 de 720 CV a 7.500 rpm y 770 Nm a 5.500 rpm. Un propulsor que recibe un 41% de piezas nuevas respecto al anterior V8 3.8 Biturbo y que unido al cambio SSG secuencial de siete relaciones, sólo tiene que mover 1.283 kg gracias al uso masivo de fibra de carbono y a muchos elementos fabricados en titanio.

Sus prestaciones son descabelladas, tanto a la hora de correr como en caso de tener que detenerse por completo. Necesita casi el mismo tiempo para alcanzar los 100 km/h desde parado, como para detenerse totalmente desde esa velocidad: 2,9 y 2,8 segundos respectivamente. Alcanza los 200 km/h desde cero en 7,8 segundos y frena por completo desde esa velocidad en 4,6 segundos habiendo recorrido 117 metros. Pero si en lugar de frenar, sigues acelerando, llegarás a los 300 km/h en 24,1 segundos habiendo partido desde cero. Pero también es lógico que sea capaz de frenar de semejante manera, con unos discos de material compuesto que tienen 390 milímetros de diámetro en el eje delantero y 380 milímetros en el trasero.

Todas las formas que luce su carrocería, así como sus aberturas y salidas de aire y toda la parte trasera, dominada por unos escapes elevados y un difusor bastante visible en la parte inferior, han sido moldeadas en el túnel de viento pensando casi en exclusiva en potenciar la eficacia y el suministro de aire al motor, ya sea para la alimentación como para la refrigeración.

Incorpora una nueva suspensión con amortiguadores adaptativos independientes, una nueva dirección electrohidráulica y un habitáculo totalmente nuevo, diseñado al más puro estilo McLaren (deportivo y funcional) con una nueva instrumentación llamada ‘McLaren Drive Interface’ que se puede esconder mediante un innovador sistema escamoteable que no se había visto hasta ahora.

Ya puedes encargar tu McLaren 720S si vives en Reino Unido, donde costará desde 28.600 libras, unos 240.000 euros al cambio. Aunque ya te adelantamos que no podrás disfrutar del coche hasta, como pronto, el mes de mayo, que comenzarán las primeras entregas.