El consumo de combustible en la Formula 1

En los últimos años los cambios en el reglamento de la Fórmula 1 hace que sea fundamental maximizar la eficiencia de cada repostaje para poder rodar más tiempo a igual o menor cantidad de combustible repostado.

Los ingenieros de las escuderías trabajan duro con las marcas para lograr rendimientos de consumo superiores a los de sus rivales. Estas mejoras posteriormente son llevadas a los combustibles comerciales que usamos cada día, ya que el carburante para un Fórmula 1 se desarrolla a partir de compuestos presentes en dichos combustibles.

En la Fórmula 1 la cantidad de combustible se mide en Kg, cuanto menor sea el peso del combustible y más potencia suministre al coche con un consumo óptimo, mejor. Cada gramo que se añade al peso total del monoplaza es fundamental para poder o no arañar algunas milésimas por vuelta en las carreras y que finalmente puedan suponer una distancia acumulada suficiente para marcar la diferencia.

Los depósitos de combustible están hechos de materiales altamente resistentes y flexibles para disminuir la probabilidad de que en caso de accidente pueda llegar a explosionar. Los compuestos de la gasolina para Fórmula 1, aunque son los mismos que para la gasolina convencional, varían en cuanto a los porcentajes presentes de cada compuesto, como podemos ver en la imagen.

La gasolina se reposta en los monoplazas por medio de unas bombas que proporcionan un caudal de aproximamente 12 litros por segundo y cuyo mecanismo es el mismo para todas las escuderías. La densidad de la gasolina de Formula 1 por reglamentación debe estar entre 0,720 Kg/litro y 0,775 Kg/litro. Por lo tanto, en una parada de 10 segundos cargan unos 115 litros, que serían unos 85 Kg de combustible.

El consumo total de un monoplaza llega a ser de unos 70 litros de carburante a los 100 kilómetros aproximadamente, lo que serían unos 55 Kg. de gasolina. En cuanto a las emisiones, un monoplaza puede llegar a expulsar a la atmósfera 1,5 kg de CO2 por kilómetro recorrido.