Miles de conductores cazados en la última campaña de la DGT

En solo una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han corroborado que 2.283 conductores conducían bajo los efectos del alcohol o las drogas. De ellos 657 dieron positivo por drogas, mientras que conducían intoxicados por alcohol 1.626.

Con el objetivo de poner fuera de la red viaria a aquellos conductores peligrosos, se realizaron un total de 1.959 pruebas de detección de drogas a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, habían cometido alguna infracción o que se habían visto implicados en un accidente. El test de saliva reveló que 657, 33,5% del total, resultaron positivas, la mayoría por cannabis, cocaína y, en menor medida, anfetaminas.

Estos resultados se producen como consecuencia de la intención de generalizar los test de detección de drogas y generalizarlos tanto como los de alcohol para mejorar la seguridad en las carreteras españolas.

En cuanto a consumidores de alcohol, los 1.626 conductores que dieron positivo se reparten de esta forma: 1.438 detectados en controles preventivos, 93 tras haber cometido una infracción, otros 80 por estar implicado en un accidente y 15 más por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol. La mayor parte de los conductores tendrán que afrontar sanciones por vía administrativa, pero 231 tendrán más problemas al haber superado la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. Otros 11 conductores se negaron a realizarse las pruebas de alcoholemia y han sido directamente puedas a disposición judicial.

Varios casos sangrantes

Tras las cifras, la DGT ha informado de los casos más sangrantes. En la N-340, a su paso por Totana, se paró a un conductor de un camión de 40 toneladas que quintuplicó la tasa máxima permitida para profesionales.

Algo parecido sucedió en Lorca, donde otro conductor de camión pesado fue detenido tras circular evidenciando encontrarse bajo los efectos de la influencia del alcohol. El test reveló 0,77 y 0,75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado quintuplicando de nuevo la tasa permitida a profesionales.

En A Coruña se cazó a un conductor que dio un resultado de 1,22 mg alcohol / l. de aire espirado en la primera prueba. La segunda no pudo realizarse ya que el conductor se quedó dormido, teniendo que avisar a los agentes a los servicios sanitarios.

Y finalmente, en la misma localidad, varios agentes pusieron a disposición judicial a un conductor de bicicleta por dar positivo a alcohol en el test realizado, cuyo resultado fue de 0.86 mg alcohol / l. de aire espirado. Además dicho conductor no hacía uso del casco reglamentario en vía interurbana.