Mercedes traslada la tecnología híbrida de la F1 a un nuevo superdeportivo

Aunque todavía no es más que un prototipo, se estima que su potencia será de más de 1.000 CV y que su velocidad máxima podría superar los 350 km/h. Su aspecto interior y exterior revelan que la aerodinámica y los detalles extraídos directamente de la Fórmula 1 (F1) dominan un modelo que está fácilmente captando la atención de los visitantes de la Feria de Fráncfort.

Desarrollado en colaboración con los ingenieros de Fórmula 1, el Project ONE junto con el AMG GT Concept de cuatro puertas se configuran como ejes principales que marcarán el camino a seguir en cuanto a propulsión híbrida del futuro en los grandes deportivos de Mercedes-Benz.

Después de conseguir los tres últimos campeonatos de Fórmula 1, tanto de marcas como de pilotos, en Mercedes han considerado que es el momento de trasladar todo lo aprendido en la competición a un bólido que contiene la última tecnología, pero se puede usar también en el día a día, dado que está homologado para circular por las vías públicas.

Este “Hypercoche” es el proyecto más ambicioso hasta la fecha realizado por Mercedes. Anticipa lo que serán los deportivos Mercedes-AMG del futuro y se convierte en la nueva referencia de la marca en cuanto a deportividad que combina eficiencia y prestaciones.

El alma de este supercoche proviene de la Fórmula 1, de la que copia el sistema de propulsión. Por un lado cuenta con un sistema de propulsión híbrida enchufable formado por 4 motores eléctricos de altas prestaciones conectados de forma inteligente a un motor de combustión híbrido sobrealimentado. Un motor está integrado en el turbocompresor, otro se encuentra junto al motor de combustión, unido directamente con el cigüeñal, y los dos restantes propulsan las ruedas delanteras.

El motor V6 híbrido de gasolina y 1,6 litros de cilindrada con inyección directa y turbocompresor sencillo con asistencia eléctrica procede directamente del monoplaza de Fórmula 1 de Mercedes-AMG Petronas. Este motor, dispuesto en posición central por delante del eje trasero, alcanza sin esfuerzo un régimen máximo de 11.000 rpm, una cota única en un vehículo para carretera. Obviamente, esta cifra se mantiene deliberadamente por debajo del límite de revoluciones de la F1 a fin de asegurar una mayor durabilidad y la posibilidad de repostar gasolina Súper Plus convencional en lugar de combustible de competición.

El motor de altas prestaciones recibe asistencia de un sorprendente turbocompresor de alta tecnología. La turbina de gases de escape y la turbina del compresor están separadas para asegurar una posición ideal respecto al lado de escape y el lado de admisión del motor, y se unen a través de un árbol de transmisión. En este árbol se ha dispuesto un motor eléctrico de 90 kW.

Esta sorprendente arquitectura heredada de la F1 tiene diversas ventajas. Por un lado, se elimina completamente la caída en sobrealimentación, es decir, el retardo en la respuesta a las órdenes del acelerador debida a la inercia del turbocompresor de gran tamaño. Por otra parte, el turbocompresor eléctrico tiene una segunda ventaja: aprovecha una parte de la energía sobrante de los gases de escape y la convierte en energía eléctrica, operando como un generador.

Además, y también copiando a la F1, los motores eléctricos situados en las ruedas delanteras permiten aprovechar de modo ideal la energía de frenado para recuperación. Está previsto alcanzar hasta un 80% en condiciones normales de marcha.

Y todo ello con un rendimiento término excepcional. Este coche por tanto es capaz de extraer de cada litro de combustible una cantidad de energía notablemente mayor que otros automóviles.

Impactante por dentro y por fuera, este prototipo cuenta con una autonomía en régimen eléctrico de 25 km y una aceleración de 0-200 km/h en menos de 6 segundos.