Los intermitentes sirven para algo, utilízalos

Los intermitentes de nuestros coches no los inventaron para usarlos cuando fardaban de premios en el escaparate final de El Precio Justo, tampoco para que aportaran vistosidad a la estética del coche con ese color naranja tan chulo y mucho menos para que se utilizaran sólo cuando se para en doble fila.

Los intermitentes se inventaron para utilizarse, claro, pero no sólo cuando paramos en doble fila, que es el único momento en el que por lo general se da bien usarlos. En esta situación, si lo pensáis un poco, no se dan los cuatro intermitentes (o luces de emergencia) para que se vea el coche mejor, ni para advertir al resto de conductores de que verá mermada la calzada en un carril, se dan porque es una especie de escudo protector para aparcar donde y cuando nos sale del bolo. Unos tardarán 5 minutos y otros 20, jodiendo al resto de conductores el tiempo necesario sin pensar lo más mínimo en las necesidades o urgencias de los conductores que hemos podido dejar con el coche bloqueado en un aparcamiento.

El verdadero objetivo de los intermitentes era, y es, darnos la posiblidad de indicar al resto de conductores hacia donde nos vamos a desplazar mientras circulamos. Las consecuencias de no utilizar los intermitentes correctamente son variadas, como los accidentes o HACER PERDER EL TIEMPO A LOS DEMÁS.

Ejemplo típico en ciudad: llegamos a una rotonda y paramos (si vemos coches circulando en ella) antes de incorporarnos a la misma. Inmediatamente a nuestra izquierda hay salida de dicha rotonda y vemos como un coche detrás de otro van cogiendo esa salida sin poner el intermitente.

El resultado de esta situación es que ante la incertidumbre de no saber si los coches que vienen van a coger la salida o por el contrario van a seguir dando la rotonda nos vemos obligados a seguir parados hasta que no venga ningún coche o algún conductor decente ponga el intermitente y con ello nos indique que cogerá la salida y que si nos incorporamos a la rotonda en ese momento no nos estamparemos con él. Las implicaciones de esto son más que el mero hecho de estar parados haciendo el tonto en la entrada a una rotonda: por un lado perdemos tiempo y por otro combustible. Esto mismo es aplicable para un cruce o intersección.

En autovía la cosa cambia, y aunque se utilizan los intermitentes algo más, su uso muchas veces deja lejos el objetivo principal para el que fueron concebidos y que ya hemos comentado. Imaginad esta situacion: circulamos por autovía, delante tenemos un camión a unos 200m (si, voy por el carril derecho que también existe) y detrás de nosotros circula otro coche a unos 50m. Nos aproximamos al camion y creemos que es hora de adelantarle, en ese momento miramos por el retrovisor para comprobar si el conductor que nos sigue ha iniciado la maniobra de adelantamiento haciendo lucir su intermitente izquierdo antes que nosotros, en cuyo caso DEBEMOS RESPETARLO Y NO CREER QUE PONIENDO NUESTRO INTERMITENTE SE CREA UNA ESPECIE DE ESCUDO DE PRIORIDAD QUE NOS DA DERECHO A INVADIR EL CARRIL IZQUIERDO Y FASTIDIAR AL OTRO CONDUCTOR QUE YA HABÍA INICIADO EL ADELANTAMIENTO. Bueno, en este ejemplo, al menos hemos mirado por el retrovisor, peor es cuando ni siquiera se mira y el acto de poner el intermitente y cambiar de carril se realizan de forma atómica, con el peligro que conlleva.

El caso inverso es cuando ponemos el intermitente primero y el conductor del coche que nos sigue inicia la maniobra de adelantamiento sin importarle un pepino que nosotros marcamos antes el inicio de la maniobra.

En general la forma de conducir dice mucho de la persona que va al volante, alguien que no respetao no piensa en los demás cuando conduce casi seguro que tampoco lo hace en el trato personal a diario de una u otra forma. Para muchos el coche es un armazón bajo el cual se sienten protegidos y multiplican exponencialmente su falta de educación y agresividad, cosa que no deberia ser así.