El coche autónomo de Google: ¿una ruina?

Llevamos mucho tiempo viendo como Google invierte grandes cantidades de dinero en el desarrollo de su coche autónomo. Han recorrido más kilómetros que ninguno otro fabricante y prometen un funcionamiento espectacular, aunque haya tenido algún que otro percance durante su desarrollo.

Pero es muy llamativo lo que está pasando en torno a este coche. Según Bloomberg, Google estaba pagando a los responsables del proyecto un auténtico dineral, habían puesto un sistema de compensaciones excepcionalmente elevado con la intención de tener ‘atados’ y absolutamente involucrados a todos los miembros participantes en un proyecto tan ambicioso. Pero al parecer, les estaban pagando en exceso, era tal la cantidad de dividendos que varios miembros ya veteranos, ‘no necesitaban la seguridad del trabajo’. Google les ha hecho tan ricos, que están abiertos a otros proyectos, ideas y oportunidades que muchos de ellos han ido dimitiendo para dedicarse a otras cosas fuera de la empresa.

Es sabido por todos, que el coche autónomo había tomado mucha importancia para Google. Tesla, Ford, Audi, Mercedes e incluso Apple están completamente involucrados en el desarrollo de este tipo de vehículos, supuestamente el futuro del automóvil. Para poder trabajar en profundidad en la puesta a punto y en la creación del mejor coche autónomo, habían creado una división llamada ‘Waymo’ que actualmente, está bajo el control de Alphabet. Una empresa multinacional estadounidense cuya principal subsidiaria es Google, y que desarrolla productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías. También incluye a empresas de sectores como la biotecnología, salud, telecomunicaciones y la domótica.

Dicha división estaba dilapidando cantidades tan ingentes de capital, que el CEO de la compañía, Ruth Porat, se vio un poco contra las cuerdas y tuvo que dar algunas explicaciones y desviar algunos fondos. Sirva como ejemplo que durante el último trimestre de 2015, el presupuesto había subido un 14% y ni siquiera habían justificado dicho aumento aunque todo el mundo sabía, o al menos se pensaba, que iba destinado a Waymo y su coche autónomo.

Un presupuesto que en contra de lo que se esperaba, sólo ha servido para hacer que las cuentas corrientes de algunos empleados rebosen como nunca lo han hecho, provocando que no sólo hayan dimitido, sino que además, han creado sus propias empresas. Por ejemplo, uno de los líderes del proyecto, Chris Urmson, ha fundado Aurora Innovatio junto a un ex ingeniero de Tesla, Sterling Anderson. Otro de los miembros ha recalado en Otto, una empresa que trabaja en el desarrollo de camiones autónomos y Bryan Salesky, ha creado hace muy poco una empresa dedicada al diseño y desarrollo de sistemas de conducción autónoma llamada ‘Argo AI’ que ha recibido nada menos que una inversión de 1.000 millones de dólares por parte de Ford.

A Google le ha salido el tiro por la culata y además, sus ingenieros se están marchando con muchos conocimientos a empresas dedicadas precisamente, a la conducción autónoma… está visto que pagar en exceso es tan malo, como pagar poco.